martes, 31 de julio de 2018

COMUNICADO CUSTODIA EN POSITIVO

Desde la Asociación Custodia en Positivo queremos manifestar nuestro más profundo rechazo por la sentencia machista, desmedida y represora que castiga tanto a Juana Rivas como a sus hijos. 

Una sentencia que es una advertencia para aquellas madres que recurran a todos los medios a su alcance para proteger a sus hijos e hijas del maltrato. Asimismo, evidencia una profunda falta de conocimiento y sensibilidad hacia las mujeres maltratadas y la espiral en la que se ven sumidas como consecuencia de la violencia machista que han sufrido. 

El padre de los hijos de Juana Rivas tenía ya una condena firme por maltrato y no se podía obviar que había otra denuncia por maltrato enterrada por la burocracia y la incompetencia judicial a la hora de proteger a las mujeres de su agresor. No sólo se hizo caso omiso sino que se ensaña con la madre con argumentos nada jurídicos.

Un maltratador no es un buen padre. Una madre que trata de proteger a sus hijos del maltrato para que no sufran lo que ella ha sufrido, lo que necesita es proyección y apoyo por parte del sistema y no la venganza de un juez machista que si pudiese, derogaría todos los avances legislativos en la lucha por la erradicación de la violencia de género .

Con esta sentencia no sólo castiga a Juana sino que perjudica gravemente a unos hijos que se quedan sin madre y pasan a estar a cargo de - no lo olvidemos - un maltratador con una condena en firme. Supone un grave retroceso en la  lucha contra la lacra de la violencia machista y en la protección de los menores como víctimas de maltrato.

Seguiremos luchando contra sentencias patriarcales como esta y ofrecemos a Juana todo nuestro apoyo.

Atentamente

Asociación Custodia en Positivo

jueves, 12 de abril de 2018

JORNADA DE CUSTODIA COMPARTIDA Y SINDROME DE ALIENACION PARENTAL

La PLATAFORMA 7N contra las violencias machistas aborda en esta jornada los efectos que se están derivando de la aplicación en los juzgados de la custodia compartida cuando no hay acuerdo entre los progenitores y del síndrome de alienación parental, desde varios enfoques (científico, psicológico y jurídico), centrándose especialmente en el impacto que tiene sobre lxs niñxs sobre los que recaen estas medidas.

El acto tiene previsto realizarse el VIERNES 27 DE ABRIL DE 2018 a las 17h, en el CONGRESO DE L@S DIPUTAD@S.

Los ponentes que participarán en el acto son:

-    Introducción a cargo de ALBA PÉREZ

Jurista de la Plataforma 7N

 

-   JOSE ANTONIO FLÓREZ LOZANO

Catedrático de Universidad (Ciencias de la Conducta) del Departamento de Medicina de la Universidad de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo.

 

-   JESÚS GARCÍA PÉREZ

Pediatra.  Vocal de la Junta directiva de la Sociedad Española de Pediatría Social (dentro de la AEP). Presidente del Instituto Madrileño de Pediatría

 

-   CARMEN PÉREZ

Profesora titular de Derecho Civil en la Universidad Carlos III de Madrid, con varias publicaciones  especializadas en la editorial Aranzadi

 

-   CONSUELO ABRIL

Abogada especialista en Derecho de Familia y violencia de género

 

-   SOLEDAD ANDRÉS

Profesora de Psicología de la Universidad de Psicología de Alcalá de Henares, Madrid

 

-   SONIA VACCARO

Psicóloga clínica especialista en infancia y violencia de género

Además se contará con la participación de testimonios de afectadxs.


Si quieres asistir, inscríbete aqui:

https://plataforma7n.wordpress.com/2018/04/12/jornada-sobre-custodia-compartida-y-sindrome-de-alienacion-parental/


Si además quieres realizar una aportación económica que nos ayude a sufragar los gastos del evento, te lo agradeceríamos muchísimo. En breve comunicaremos el número de cuenta al que poder realizar donativos.


Gracias y ¡te esperamos!

¡Seguimos diciendo NO A LA CUSTODIA COMPARTIDA IMPUESTA Y AL SAP!


domingo, 1 de abril de 2018

Un padre que impidió que su hija viera a su madre durante cinco años pone ahora precio por la custodia compartida

El progenitor aspira a cobrar 40.000 euros, que reclama por supuestas deudas de pensiones y costas judiciales

Un padre pone precio a la madre para ceder la custodia compartida sobre su hija de trece años: una cantidad cercana a los 40.000 euros.

El mismo hombre que hace menos de un año aseguró, ante la demanda de la madre que reclamó en el jugado una modificación de medidas para la guardia y custodia, que esa solicitud no sería adecuada para su hija. Incluso llegó a reclamar que la progenitora sólo pudiera ver a la niña en el punto de encuentro y ante terceras personas.

Un año después, el juzgado no ha dado trámite a esta solicitud de la madre -algo que nunca suele superar los seis meses de espera- lo que facilita al padre poder aceptar él -sin necesidad de un tribunal- esa custodia compartida, pero con una exigencia de dinero.

Se trata de la menor de trece años, que pasó cinco años sin ver a su madre por todo un entramado de los Servicios Sociales del municipio tarraconense del Vendrell, tal y como se denuncia en el libro El desmadre de los servicios sociales, de Consuelo García del Cid y de lo que se hizo eco Diario16.

Judith Martínez Velasco, hermana y tía respectivamente de las víctimas de esta historia, explica a nuestro diario que "hace un año que mi hermana reclamó ante el juzgado una demanda de modificación de medidas para la guardia y custodia compartida en el juzgado del Vendrey". Según avanza la historia, se hace visible un duro entramado de los Servicios Sociales y el ámbito judicial que cuenta creer en un Estado de Derecho.

"Mi hermana, hace un año, pide la guardia y custodia compartida y él se niega incluso a cederle la mitad de las vacaciones con su hija", manifiesta Martínez Velasco. "Después de un año, esto no pasa en ningún juzgado en España, no se ha celebrado el juicio y se va contra el interés del menor, que cada vez tiene peor relación con su padre y la nueva familia que él ha creado, y que se niega a que mi sobrina esté con su madre, pero no la quiere en casa en vacaciones y la manda a casa de la abuela".

El precio de una hija

Lo que este padre solicita para firmarle a la madre de forma amistosa la custodia compartida de la menor son, por una parte, una cantidad aproximada a los 14.900 euros en concepto de pensiones que dice que le debe las madre de la niña y otros 22.000 euros en costas procesales -que dice que el juzgado ha condenado a la madre de su hija en las diferentes iniciativas que ha llevado al juzgado para recuperar a su hija. " Con ese dinero quiere comprarle la mitad de la casa a mi hermana y consigue gratuitamente la vivienda en la que vive por derecho de uso por vivir con la niña", explica.

Judith asegura que "no voy a dejar de luchar hasta que lo vea entre rejas, él quería que mi hermana se suicidara, quería asesinarla en vida a través de arrebatarle a su hija".

Pero el mayor desamparo de esa menor viene, según su madre y su tía, por una entramado público de servicios sociales judicial que "actúa como un organismo privado que sólo interviene ante la gente que representa con nocturnidad y alevosía".

Judith Martínez insiste en que existe una "situación de misoginia en los juzgados de Tarragona".

La niña no va a estar con su madre, y no la tiene en su casa, la tiene de aquí para allá, y no podemos llegar a un juez, porque no nos escuchan. La manda con su abuela toda la semana.

Consejo General del Poder Judicial

Las dos hermanas, Judith y Natalia, respectivamente, no han dudado en hacer llegar las irregularidades que están ocurriendo con su caso en los juzgados de Vendrell. Según explica la tía de la menor afectada, "Denunciamos las actuaciones judiciales ante el Consejo General del Poder Judicial, lo tramitamos a través de la inspección del Consejo y también trasladamos el asunto alObservatorio de Violencia de Género esta institución. También han explicado su situación a algún vocal del Consejo, como es el caso de María Ángeles Carmona.

Otra de las irregularidades que denuncian la madre y tía de Talia -así se llama la menor- es que, según explican, "por todos los procedimientos y recursos siempre la condena a costas a ella y que le tenga que pagar a él".

En este sentido, Judith explica que "a mi hermana le han embargado por diligencias de ordenación, y las cantidades que le embargan ya son la totalidad por todos los años que él ha tenido a la niña desde 2013, más lo que le ha ido pagando a él por la pensión en función de lo que le permitían los embargos del juzgado por las costas".

En la cuenta del juzgado, donde vas las cantidades que se embargan a Natalia, hay un saldo inferior a lo embargado. según Judith, "las cantidades que le ha ingresado en la cuenta del padre, el secretario judicial no las tiene en cuenta. Como si eso no lo hubiera pagado".

Jutidh, como economista, ha presentado desde la Asociación Stop impunidad maltrato infantil de Cataluña ( SIMICAT) ,entidad que preside, denuncia en el juzgado por la diferencia de los embargos que se le han hecho a su hermana por las pensiones y la cantidad total que se registra en la cuenta del juzgado por esos embargos. A pesar de que ese dinero se retiró de la cuenta de la madre de Tania, hay cantidades concretas que no aparecen en la cuenta judicial.

Otro dato importante, es que, según Judith, "Cuando la niña pueda declarar, dirá que quiere vivir con su madre". Además, se da la circunstancia de que la menor, ya con trece años, tiene derecho a solicitar al juzgado con quién quiere vivir.

La pequeña tiene un respiro gracias a que los inspectores del instituto en el que estudia aconsejan al padre a que en los periodos de exámenes vaya con la madre, para estar más centrada y con mejor rendimiento en los estudios.

Diario16 ha tratado de ponerse, sin éxito, en contacto con el padre de la menor.

http://diario16.com/padre-impidio-hija-viera-madre-cinco-anos-pone-ahora-precio-la-custodia-compartida/

Ser madre no es lo mismo que ser padre: la biología es políticamente incorrecta

La biología de la maternidad lleva camino de ser lo más políticamente incorrecto en estos tiempos. Decir, reconocer, que las mujeres gestamos, parimos, amamantamos, y que los bebés quieren estar con sus madres y en sus brazos significa exponerse a ser tachada de rancia o retrógrada o a recibir otros insultos y descalificaciones varias.

Por eso a veces, como feminista apasionada de la neurobiología, me siento como el niño del cuento que señala que el emperador va desnudo. Es obvio que no es lo mismo ser madre que ser padre, es obvio que nuestra realidad biológica es profundamente diferente, pero ya casi nadie se atreve a decirlo. Queda mal. Y sin embargo hay que decirlo, y hay que empezar a reconocer las necesidades de los bebés, esos grandes olvidados. Y no, para un recién nacido  o para un bebé de cinco meses no es lo mismo su madre que su padre. Les necesitará a ambos toda su vida, pero de formas y maneras muy diferentes, a distintos ritmos. Pero esto se quiere negar, ocultar, silenciar. Decir que el bebé necesita a su madre y quiere estar con ella es como digo lo más políticamente incorrecto que se puede decir ahora. Rompedor. Amenazante para este sistema que ha montado tremendo negocio precisamente a base de separar a los bebés de sus madres. Y sin embargo es así, los seres humanos, al principio de la vida necesitamos a la madre mucho más que al padre. Luego las cosas cambian: el rol paterno también tiene una neurobiología propia, y probablemente los padres sean necesarios e importantes para salir al mundo, tal vez sean imprescindibles, para explorar, para aprender, para que los pequeños empiecen a despegarse de la madre cuando empiezan a caminar y a hablar y salen ávidos de curiosidad al mundo cercano.

Por todo ello me declaro en contra de la propuesta de la PPiiNA, plataforma que aboga por unos permisos de maternidad y paternidad igualitarios, intransferibles y obligatorios. Les agradezco la intención: comparto profundamente su anhelo de una sociedad donde las mujeres no  nos veamos discriminadas en el mercado laboral por la posibilidad de ser madres, menos aun por serlo. Pero no creo que su propuesta sea la manera de lograrlo. Más bien creo que , como dice Patricia Merino en este texto La maternidad como cuidado, "al patriarcado no se le podía haber ocurrido un modo mejor y más simple de abundar en la devaluación de la maternidad frente a la paternidad."

Desde la PPiiNA tachan de desequilibrio el que el permiso de maternidad actualmente dure 16 semanas y el de paternidad. Pero no, no es un desiquilibrio, es una diferencia.  Las madres gestamos, parimos y podemos amamantar, los hombres no.  Nuestro cuerpo se transforma con cada embarazo y así sigue durante meses o años. Los bebés necesitan contacto, cuerpo a cuerpo con la madre, mucha teta. A ser posible seis meses de lactancia exclusiva, y algunos años más combinada con otros alimentos. Las madres necesitamos, soñamos con, una sociedad que nos reconozca, que honre nuestra impagable función social. Es urgente. El principio materno universal es el de evitar el sufrimiento, no sólo el de nuestras criaturas, el de todos y todas.

Los hombres que desean compartir los cuidados de sus hijos ya lo están haciendo, de mil maneras, conozco muchos de ellos. Además obtienen un máximo reconocimiento social por ello, se les alaba y califica de padrazos. Con la propuesta de la PPiiNA, de llevarse a cabo, surgirían toda una serie de problemas añadidos. Si la madre no está con el padre, especialmente. Como ya está pasando con el delirante asunto (y dañino) de las custodias compartidas impuestas, ¡hay hombres que reclaman la custodia compartida desde el nacimiento! Pobres bebés.

Yo creo que si hablaramos de propuestas lo prioritario debería ser  alargar la baja maternal a seis meses, mínimo. Asi al menos podríamos mantener la lactancia exclusiva el tiempo que recomienda la OMS, UNICEF y la Asociación Española de Pediatría. Y reconocer, apoyar, flexibilizar de mil maneras para poder ir a trabajar con nuestros bebés si queremos, cuando queramos.  Ser creativos con las propuestas y soluciones. En cuanto a permiso parental, podría ser igualitario, tal vez, pero salvo las dos primeras semanas tras el nacimiento, el resto creo que tendría que ser a partir de los seis primeros meses, antes de los seis años. Que se lo pudieran coger cada vez que el bebé o niño pequeño lo necesita, cuando está malo, cuando empieza la escuela, cuando llega su hermano-a, etc…Es decir, en función de las necesidades y pasados los seis primeros meses, no antes. Sobre todo, creo que el permiso y la retribución tendrían que ser para quien cuida al bebé, incluso si es la abuela o la tía.

Seguro que me lloverán las críticas, pero, lo seguiré afirmando: ser madre y padre no es lo mismo, y todos los bebés quieren estar con sus madres o muy cerca de ellas.

https://iboneolza.wordpress.com/2018/03/21/ser-madre-no-es-lo-mismo-que-ser-padre-la-biologia-es-politicamente-incorrecta/

La separación temprana de mamá perjudica la salud mental de los bebés. Por qué un permiso maternal más largo es una inversión en salud pública

Una destacada psicóloga infantil ha advertido que la vuelta al trabajo de las madres demasiado pronto tras el parto está dañando la salud mental de l@s niñ@s. En un video para el New York Post, Erica Komisar reveló que ha observado un "nivel creciente y epidémico de trastornos mentales en niños muy pequeños", que atribuye a la "devaluación de la maternidad en la sociedad".

La autora de "Estar ahí. Por qué priorizar la maternidad en los primeros tres años"explicó que los bebés experimentan una avalancha de cortisol y un estrés agudo cuando están lejos de sus madres. Cuando las mujeres que trabajan fuera de casa regresan del trabajo por la noche, pasan unos 90 minutos con sus bebés antes de acostarlos, y luego descubren que no duermen toda la noche, ya que están ansiosos y necesitados de atención. "Nuestra sociedad les dice a las mujeres que vuelvan al trabajo, hagan lo que quieran, que estarán bien", explicó. 'Pero no están bien".

Lo estoy viendo en mi consulta de orientación para padres. Estoy viendo un nivel epidémico de trastornos mentales en niños muy pequeños que están siendo diagnosticados y medicados a una edad cada vez más temprana. "Comencé a buscar en la investigación científica algo que respaldara lo que estaba viendo en mi consulta, que es que la ausencia de las madres a diario en las vidas de los niños y cómo estaba afectando su salud mental. Haciendo referencia a la investigación sobre el apego que se ha hecho desde los años 60, lo único que reduce el estrés de los bebés es el regreso de sus madres. "Sigo diciendo que la guardería es la opción menos adecuada", dijo. "Estás tomando un bebé muy pequeño y exponiéndolo a una gran cantidad de estímulos y mucho miedo".

"Cuando los sacas de su entorno inmediato y los colocas sin mamá, en un grupo con mucha estimulación y mucha gente, eso no es el entorno natural para bebés".

Si está lejos de su hijo durante el día, Erica sugirió dos estrategias clave en la nochepara tratar de compensar parte del daño.

  • Todas las distracciones electrónicas deberían ser "puestas en una canasta", para que no mires los teléfonos, tabletas u otros aparatos mientras pasas tiempo con tu hijo.
  • Acostar más tarde a los bebés más tarde en la noche, en lugar de regresar a casa a las 6 p.m. y acostarlos a las 7.30. 'Que se queden despiertos mucho más tarde', aconsejó. '90 minutos al día no es suficiente para proporcionar a los niños seguridad emocional, regular sus emociones y protegerlos del estrés'.
  • Dormir juntos

La otra cara de la custodia compartida impuesta

El anteproyecto de ley sobre la custodia compartida impuesta es una de las propuestas que Ciudadanos quiere sacar  adelante con el apoyo del Partido Popular. Las asociaciones feministas advierten de las consecuencias si no se estudia la guarda y custodia caso por caso: la principal, que no se respete al menor y se entregue a padres maltratadores

-"Señora letrada, por supuesto, guarda y custodia compartida, ¿no?"

Consuelo Abril recuerda cuando la jueza le hizo esta pregunta en uno de los casos que defendía, nada más entrar a la sala. Ella, como abogada de familia, quiso explicar que el caso de su clienta era muy particular, con una niña de apenas ocho meses y varias circunstancias personales que desaconsejaban aquella medida. La siguiente respuesta, sin esperar al desarrollo del juicio fue: "No lleva razón, pero como la que decido soy yo, haga usted lo que quiera y se lo comunica al cliente". Abril sabía que después, alegara lo que alegara en el juicio, no serviría de nadaporque la decisión había sido tomada de antemano. Y así fue.

El argumento de la jueza para esa decisión fue una sentencia del año 2016, del Tribunal Supremo, que indicaba que la guarda custodia compartida era la "deseable". "Aquella custodia fue impuesta a pesar de que las circunstancias de mi caso indicaban que no era favorable para la menor", recuerda Abril, "pero si esta imposición ocurre solo por lo que dijo el Tribunal Supremo, qué ocurrirá cuando se apruebe la ley. Por supuesto que la custodia compartida es la mejor opción cuando los padres se entienden y, además, supone una liberación para la mujer porque tiene más tiempo; pero se están dejando de evaluar incluso casos de maltrato. El Tribunal Supremo no obliga a la custodia sino que, de la misma manera que la igualdad es deseable, dice que la custodia compartida también lo es, que sea una tendencia".


Es un tema político, ante todo, entre Ciudadanos y Partido Popular, que no responde a una necesidad real dado que "la última reforma del Código Penal de 2005 abre ya la puerta a la custodia compartida, por eso esta opción ha aumentado un 25%, aunque no sea de mutuo acuerdo", recuerda Abril. La custodia compartida es la forma ideal, pero cuando se puede. Esta abogada de familia ya advirtió en noviembre, en el Tribunal de Mujeres contra las Violencias Machistas, de las otra cara de esta medida. De las consecuencias que el anteproyecto de ley de custodia compartida impuesta puede tener en los menores. 
Repasamos con la letrada Consuelo Abril los peores efectos de esta futura ley y comprobamos, en cada uno de ellos, cómo la custodia compartida impuesta ha dañado la vida de los menores, según el testimonio de sus madres.

La amenaza

Después de inventar estrategias como las denuncias falsas o el SAP, que no han tenido respaldo académico, han encontrado que "el talón de Aquiles de una mujer son sus hijos", argumenta Consuelo Abril. Y en esos casos, solicitar la guardia custodia compartida es la mejor herramienta. Esta abogada recuerda que la guarda custodia más habitual se daba a la madre por ser quien cuidaba de los hijos, y con ello el uso del domicilio familiar y la pensión alimenticia para los menores. Abril comenta que en muchas situaciones donde se reclama la custodia compartida, hasta entonces, el padre se había encargado solo de ser proveedor y ahora tiene la oportunidad de negociar. "Con la simple amenaza de ir a la custodia compartida, las madres ceden de forma automática los derechos que corresponden a sus hijos, renuncian o las disminuyen", asegura Abril. Algunos han visto en la guardia y custodia compartida la opción de disminuir obligaciones económicas, "a pesar de que el padre jamás se haya ocupado del cuidado del menor o ni siquiera conozca sus enfermedades".

Luisa y su hija, A Coruña.

"El caso de mi hija, una niña de dos años que nació con complicaciones y de cuyas secuelas sigue siendo tratada, es un claro ejemplo de la imposición de la custodia compartida sin atender al interés del menor. La niña es ninguneada por el sistema judicial y la ideología del juzgado. La custodia compartida fue solicitada por el padre como venganza. Inicialmente solicitó custodia a favor de la madre sin aportación de manutención.


A la petición de una aportación mínima de colaboración en los gastos de la niña, solicitó una custodia compartida. El juzgado ningunea la situación de riesgo de la menor derivada de sus circunstancias perinatales. Existen informes de los profesionales que la atienden reflejando las consecuencias sobre la menor de la conducta del padre. Todo ello fue ignorado por el juzgado. Solo se atendió al informe emitido por la perito que se asignó y que realizó un informe a favor de lo que el juzgado necesitaba, para sustentar su postura y los deseos del padre, que era quien le pagaba. Existe nula comunicación entre los padres, ocultación de pruebas médicas e información escolar por parte del padre, nula colaboración y utilización de la menor para mantener la situación de acoso psicológico hacia mí. Todo esto es un claro perjuicio para la menor, que ha sido la gran olvidada en este proceso. Los años darán la respuesta a esta decisión errónea del sistema judicial, pero será tarde para ella".

Los cambios que afectan al menor

"Siempre hay que hablar de proteger por encima de todo el interés superior del menor, pero no siempre ocurre con las custodias compartida", resalta Abril. Esta letrada recuerda la cantidad de situaciones inestables que perjudican al niño, como los cambios semanales, la ausencia de domicilio fijo o a la escasa pensión. "Termina por ser un tira y afloja continuo. Al final, la madre que siempre lo había cuidado, termina compartiendo la custodia con su suegra o la cuidadora que tiene contratada el padre, porque a lo mejor él viaja y delega en ella. Por eso siempre hay que ver quién cuidaba de los niños", detalla la abogada. Abril insiste en que se olvida en muchas situaciones el interés del menor, como principio general del derecho, porque "hay padres que jamás han gestionado temas de salud de los niños o quién es su tutor, porque jamás han ido ha hablar con él", y esa falta de conocimiento es una falta de reacción.

Ana y su hijo, Valencia.

"Tras cinco años de custodia materna salió la ley de custodia compartida en la comunidad valenciana y mi ex marido la pidió. Mi hijo tenía 11 años y era el primer año de instituto. En apenas dos meses, el niño pasó de tenerlo todo aprobado a suspender seis asignaturas en septiembre, y se rebelaba mucho en clase. Le desestabilizó totalmente estar una semana en cada casa. Ese verano incluso se negó a ir con el padre y estuvo un mes en mi casa, sin quererse marchar, hasta que lo llevé a una psicóloga pro-custodia compartida designada por el padre, porque él pensaba denunciarme por SAP.


El niño perdió un par de cursos y con 17 años, el invierno pasado, se rebeló y le dijo que no viviría más con él. Acaba de compartir 18 y no quiere ver a su padre. Dice que el daño que le ha hecho es brutal. La alternancia de domicilios le afectó mucho y mi ex lo usó para no pagar la pensión y seguir dominando la situación, de cierta forma. Solo argumentaron que había una ley y que eso era motivo suficiente, no alegaron motivo de desatención. Solo quería no pagar la pensión y de ello se ha librado, de pagar incluso lo más básico de los niños. En mi caso yo tenía que comprar ropa cada 15 días porque se quedaba ropa en su casa y no venía de vuelta. El crío fue consciente de todo, y de su desatención, sabía que iba una semana al colegio con almuerzo y otra no, una semana se acostaba a las 12 y otras a las 9, una semana comía equilibrado y a la otra solo pasta. Y al principio le gustaba, pero luego venía que le generaba problemas de salud. Incluso con 15 años el padre le dejaba fumar en la habitación... Mi hijo es consciente del mal que le ha hecho."

La violencia psicológica impune

Consuelo Abril recuerda que en el caso de que exista una sentencia condenatoria por violencia, la ley prohibe ir a la custodia compartida pero "ahí tenemos el caso de Juana Rivas, con una sentencia de malos tratos y la custodia la tiene el padre. Ese principio no se aplica en el caso específico de Juana, ni por el Código Civil, ni la ley de VG, ni el convenio de Estambul ni el de la Haya. Pero, ¿cuántas mujeres denuncian? No todas. ¿Y eso significa que no sean maltratadas? No. Si denuncian solo un 30% de los casos, tenemos un 70% de impunidad", recuerda la letrada. Pero da un paso más. Advierte que de ese 30% de denuncias, en algunos casos existe un parte de lesiones que certifican el maltrato pero, ¿qué ocurre con el maltrato psicológico?

"Algunas mujeres han sido amenazadas de muerte, acosadas y humilladas. Eso ocurre de forma privada y no se puede demostrar y es dificilísimo. Si añadimos el 70% de impunidad de la violencia, más la violencia psicológica enorme sin sentencia, de llevarse a cabo la custodia compartida impuesta nos encontraremos con infinidad de casos donde esa violencia persistirá", comenta la abogada de familia. También menciona que los niños captan los conflictos y se comportan de una manera u otra en función de con quién esté, y por ello situaciones comunes, como sus cumpleaños, donde coinciden ambas partes, son un punto de tensión para el menor. Y para cerrar este bloque, Abril quiere hacer una mención expresa: "El caso más extremo es cuando, en el régimen de visitas, el menor termina siendo asesinado, como fue el caso de Ángela González".

Verónica y sus hijos, Málaga.

"Tengo tres hijos, uno de ellos con una discapacidad que le limita mucho. Tiene custodia compartida impuesta desde hace un año y medio, por un juez. Después de tener yo la custodia un año y medio tras mi separación, y teniendo un informe que certifica que los niños debían de quedarse conmigo. Esto es un infierno, no tengo ahora dinero para alquilar otra vivienda, y a la vez sigo pagando la vivienda familiar, porque quienes nos cambiamos de casa somos los padres.


Pero estamos en una condición de desigualdad, porque mi ex marido sí tiene otra casa que le dieron sus padres en un barrio próximo, pero yo me tengo que ir a 50 kilómetros cuando abandono mi casa, cada 15 días. La situación es un caos en todos los sentidos y los niños están absolutamente desequilibrados y lo peor es cómo mi ex marido, que ha sido muy controlador y me hizo la vida imposible (yo le puse una denuncia por maltrato psicológico) me sigue haciendo daño a través de mis hijos y ellos lo notan. Es muy nocivo. No recibo ayuda de ninguna institución porque tampoco puedo pedirlos. Es muy complicado y la sociedad no sabe lo que es una custodia compartida impuesta cuando hay un contencioso previo, porque la manera de educar a nuestros hijos es antagónica. Se está entregando a maltratadores la custodia, por seguir haciendo daño a sus hijos, porque saben que los hijos son nuestro talón de Aquiles".

Polémica por la custodia compartida: niños de mano en mano

La custodia compartida de los hijos ya está en el 28% de las separaciones en España. A las feministas no les gusta que sea impuesta. Los abogados de familia exigen una ley estatal que la regule

INÉS GALLASTEGUI

La Audiencia Provincial de Córdoba dictó hace unos días una sentencia insólita: por primera vez en España, decretaba la custodia compartida de dos menores -uno de ellos discapacitado-, a pesar de que el padre no la quería. Lo hizo para aliviar la carga que su cuidado en exclusiva suponía para la madre, trabajadora y sin apoyo familiar. El fallo pone en evidencia la imparable expansión de esta fórmula de guarda y custodia de los hijos en caso de separación de los padres, que implica el reparto del tiempo con ambos progenitores y, a menudo, la eliminación de la pensión de alimentos (para los hijos) y la compensatoria (para el excónyuge). Este tipo de convivencia se resuelve ya en el 28% de las rupturas. Pero la custodia compartida o alterna impuesta por los jueces -contra el criterio de alguno de los miembros de la pareja disuelta- divide a los implicados. Las asociaciones de divorciados la consideran coherente con la realidad actual, mientras parte del movimiento feminista la ve como un pretexto para que progenitores que nunca habían atendido a sus hijos eviten pagar su manutención y quedarse sin casa. «¿Por qué si era buen padre antes de la ruptura me convierto en mal padre después?», se pregunta Fernando Chapado, psicólogo y presidente de Custodia Compartida de Málaga. «Se está haciendo un experimento con los niños», lamenta Amalia Fernández, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.

La Ley del Divorcio se aprobó en España en 1981 y fue actualizada en 2005 por el Gobierno de Zapatero con una reforma que reconocía expresamente por primera vez la custodia compartida y contemplaba la posibilidad de que un juez la concediese, sin acuerdo de los progenitores, a petición de uno de ellos y con el informe favorable del fiscal. En 2013 el Ejecutivo del PP, siendo ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, aprobó un anteproyecto de ley de custodia compartida, pero en algún momento de su tramitación se quedó en un cajón. Hoy es una patata caliente para el PP; solo Ciudadanos y Vox apoyan decididamente la aprobación de una ley de ámbito estatal, mientras el resto de grupos se alinea con las tesis de los colectivos feministas.

Entretanto, varias comunidades con competencias en derecho de familia tomaron la iniciativa y aprobaron sus propias normas. En Cataluña, Aragón y País Vasco se estableció la custodia alterna como fórmula preferente, mientras que en Navarra el juez tiene la última palabra. El Tribunal Constitucional echó para atrás la norma valenciana.

Además, recuerda José Ortolá, miembro de la directiva de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa), la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha asentado el principio de que «la custodia compartida es lo deseable, en interés del menor, por encima de los legítimos derechos y expectativas de los padres», un criterio que deberían aplicar todos los órganos judiciales en sus resoluciones, siempre que no se constate que, en un caso concreto, el reparto del tiempo del menor entre sus padres no es lo más adecuado.

Mujeres que trabajan

Por último, la extensión de la custodia compartida responde, con retraso, a la realidad social: la mayoría de las mujeres con hijos menores trabaja y ya no tiene sentido que carguen ellas solas con el cuidado de la prole, limitando la atención de los padres a fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones. De hecho, la corresponsabilidad parental es una vieja reivindicación feminista. ¿Por qué entonces quienes defienden la igualdad quieren que las madres conserven ese papel tradicional de cuidadoras -y además, al 100%- que tanto perjudica su desarrollo personal, su vida social y sus aspiraciones profesionales?

«La custodia compartida es lo ideal en una sociedad igualitaria, pero todos los datos nos dicen que no estamos en una sociedad igualitaria: hay brecha salarial, las mujeres son las que atienden a los hijos, las que piden los permisos, las que renuncian a su carrera para que el marido ascienda profesionalmente», argumenta Amalia Fernández, presidenta de Themis, convencida de que muchos hombres que jamás se han ocupado de su descendencia piden la custodia compartida «para no tener que pagar pensión de alimentos y para que la mujer y los hijos no se queden en la vivienda». Y los jueces, cada vez más, se la están dando. «Al final, son las abuelas o las nuevas parejas de esos hombres quienes ejercen la custodia», critica.

Juan Ramón Peris, letrado y presidente de la asociación Custodia en Positivo, considera que detrás de muchas peticiones de padres a los que, tras la separación, «les aparece el cariño» por sus vástagos, hay interés económico o violencia de género no denunciada. La culpa, afirma, fue de un gobierno que legisló «a espaldas del sentido común» y permitió a los jueces imponer, en nombre de la igualdad, custodias alternas sin acuerdo.

Maltrato institucional

Fernando Chapado cuenta una historia radicalmente distinta. Hace cinco años decidió separarse de su mujer y, según su versión, ella juró venganza. Para empezar, se marchó a vivir de Madrid a Málaga y, como él la siguió para poder ver a su hija de un año, presentó contra él un rosario de denuncias, dos por violencia de género -la Policía llegó a detenerle- y, cuando ambas se demostraron falsas, otra por abuso sexual a la pequeña. Hasta que no se cerraron, ni siquiera pudo solicitar la custodia compartida, un régimen vetado en la práctica para hombres con procedimientos judiciales abiertos por malos tratos. «Es una argucia legal para conseguir la custodia exclusiva. En mi caso, se pudo demostrar que ella mentía gracias al registro de llamadas, pero no pasó nada. Las denuncias falsas salen gratis. Y luego dicen que son el 0,01%», se queja este psicólogo, quien afirma que los hombres divorciados en España son «institucionalmente maltratados».

Chapado, profesor en la Facultad de Ciencias de la Educación de Málaga, promovió desde la plataforma Tod@s Iguales una Iniciativa Legislativa Popular para promover la ley de corresponsabilidad parental, pero no lograron las 500.000 firmas necesarias. Pese a todo, sigue luchando. «Me están robando a mi hija y mi dinero», concluye. A su juicio, la custodia compartida responde perfectamente a la realidad social actual. «La custodia exclusiva condena a las mujeres a no poder rehacer su vida ni desarrollarse profesionalmente. Al final o no viven o terminan dejando a los hijos con cualquiera con tal de no dárselos al padre -lamenta-. Si durante la relación los hombres estamos capacitados para ser padres y nos hacemos cargo de nuestros hijos, ¿por qué cuando nos divorciamos nos convertimos en el malo de la película?». Y se responde a sí mismo: por dinero. «En nuestro sistema judicial los niños son la gallina de los huevos de oro para ellas: van acompañados del coche, la casa, la pensión de alimentos y, a veces, la compensatoria, o sea, el 'sueldo nescafé'», desgrana. En el otro lado, hombres que tienen que seguir pagando la hipoteca y los gastos de la casa de su ex, la pensión y, además, hacer frente a su propio alquiler y su manutención, en una época de «sueldos basura». «Es inviable», concluye.

Por eso no entiende la actual parálisis legislativa que sostiene este sistema injusto. «La custodia compartida es una idea progresista y no tiene sentido que la esté defendiendo el PP», argumenta Chapado, quien recuerda que cada vez más mujeres se apuntan a este movimiento: «Hay muchos buenos padres que no pueden ver a sus hijos y que tienen madres, amigas, hermanas, parejas...».

Entre estas dos posturas irreconciliables, ¿quién tiene razón? «Esas posiciones son ideológicas -zanja Ortolá-. La casuística es enorme. Claro que hay padres que solicitan la custodia compartida y madres que solicitan la custodia exclusiva con intenciones perversas, pero no podemos generalizar. Nuestra experiencia como abogados de familia es que no son la generalidad. Es fácilmente comprobable: cada vez hay más padres que quieren pasar más tiempo con sus hijos, y más madres que quieren que lo hagan».

La asociación de abogados de familia admite que legislar sobre este asunto con dos bloques tan enfrentados no es tarea fácil, pero aún así se lo planteó el viernes de nuevo al ministro de Justicia, Rafael Catalá, a quien le demandó también la creación de una jurisdicción especializada en Familia, de modo que los jueces tengan todas las herramientas necesarias para resolver sobre la vida de un menor cuando sus padres se separan sin acuerdo.

Impacto en los hijos

¿Y qué pasa con los niños? La jurista Amalia Fernández considera que en España ya hay suficientes menores bajo custodia compartida como para evaluar qué efectos ha tenido ese régimen sobre ellos, aunque ya predice que los resultados no serían «halagüeños». «Se está haciendo un experimento -lamenta-. Son niños y adolescentes que se van a vivir cada semana a una casa, con normas distintas e incluso contradictorias, a una edad en la que es muy importante marcarles pautas».

Para Juan Ramón Peris, de Custodia en Positivo, cuando los progenitores llegan a acuerdos sobre normas y costumbres, horarios o hábitos de estudio, no hay problema en que los menores vivan en dos casas distintas por turnos. El problema es cuando se trata de una situación impuesta que provoca un fuerte conflicto entre los padres. «Nos llegan casos de menores con ideas suicidas», asegura. A su juicio, muchos chavales quieren ver a su padre, tener un régimen de vistas amplio, pero no vivir con él. Otras veces, afirma, uno de los progenitores los manipula, se los gana con regalos o con normas más permisivas.

Una forma de evitar conflictos es pactar el mayor número posible de aspectos a la hora de la separación. Por ejemplo, el Plan de Parentalidad que exige la ley catalana regula hasta el detalle cómo debe ejercer sus responsabilidades cada progenitor, el reparto de las vacaciones, las normas de convivencia en cada hogar e incluso las decisiones sobre la educación y las actividades extraescolares. «Su éxito radica en que padres y madres deben realizar un esfuerzo por incluir todos aquellos aspectos de la vida de los hijos que son susceptibles de generar un conflicto», explica la abogada Carmen Calderón, especialista en Derecho Matrimonial y de Familia.

El representante de Aeafa coincide con ella: «Que los hijos sean felices no depende del modelo de custodia, sino de la forma de relacionarse de los padres y de su capacidad para llegar a acuerdos. Cuando uno empieza bien su crisis matrimonial, las cosas suelen funcionar mejor». Casi nada.

http://www.ideal.es/sociedad/custodia-compartida-ninos-mano-mano-20180301010724-ntvo.html