miércoles, 23 de enero de 2013

Si pierde un par de cursos, no pasa nada…

"A ver, está claro que el niño se va a desestabilizar con la custodia compartida pero total, si pierde un par de cursos en el colegio no pasa nada…".


Esta afirmación fue hecha, con toda la tranquilidad del mundo, por la psicóloga de un gabinete psicosocial adscrito a un Juzgado de Familia de Zaragoza cuando fue llamada a declarar. Todavía hoy y pese a los graves atentados contra los menores que se están sucediendo a diario en los juzgados de Zaragoza, consiguió escandalizar a todos los presentes en la sala.
Lamentablemente, poco importó tanta reacción alarmista. ¿Sentencia? Custodia compartida, como no podía ser de otra manera tratándose de ese juzgado, caracterizado por pasarse todas las pruebas y circunstancias que la contraindican por el arco del triunfo. Da igual si el niño pierde dos cursos, tres...o cuatro....o los que hagan falta.
A esta psicóloga, como a tantos otros/as conpañeros/as de profesión, se le ha olvidado en qué consiste su trabajo: llevar a cabo un análisis psicológico exhaustivo, tanto de los progenitores, como del menor, como del entorno familiar y social con el fin de determinar la opción de custodia que mejor proteja el bienestar del menor.
La afirmación de esta señora se podría traducir en: "mi veredicto es custodia compartida porque sí y si el menor se resiente y tiene problemas escolares o de estabilidad psicológica, a corto o largo plazo, pues que se aguante (por no decir una palabra más malsonante)".
Se evidencia de forma clara que, tanto el juez como su gabinete psicosocial, han relegado el bienestar futuro del menor a una posición absolutamente secundaria, priorizando los intereses del adulto que ha pedido la custodia compartida (en este caso y como viene a ser habitual, el padre).
Pero, ¿por qué ahora que tanto se habla de un supuesto interés del menor, se está desprotegiendo a los menores más que nunca? La respuesta es fácil. El concepto de "interés del menor" que más se está difundiendo no es sino una patraña inventada por las asociaciones defensoras de los derechos de los padres para "envolver" sus propios intereses, que en gran número de casos son de índole económica; y dando por sentado supuestos tan absurdos como que "si no hay custodia compartida se está dejando a los niños sin padre" o como que "si no hay custodia compartida los padres no pueden ver a sus hijos". Lo cual, dicho sea de paso es, además de ridículo, totalmente falso. Hay cantidad de hijos e hijas con progenitores divorciados, que cuentan en sus vidas con la presencia de su padre y de su madre y que, afortunadamente, pueden seguir viviendo en paz, en su casa, sin que los mareen y sin tener que mudarse periódicamente porque alguien ha decidido imponérselo.
Obviamente (y no hace falta ser psicólogo/a para darse cuenta) es tremendamente perjudicial para un niño el tener que vivir en un peregrinaje permanente, con cambios de entorno constantes y normas contradictorias que no le generan más que confusión y ansiedad. Se está convirtiendo a estos niños y niñas en marionetas rotas que son manejadas en función de intereses adultos.
¿Que se desestabilizan, como reconoce esta señora? Está claro. No sólo se desestabilizan, sino que sufren. Pero tristemente lo que se está protegiendo hoy día no es un supuesto "interés del menor"….porque eso no es bienestar del menor…..eso es….otra cosa…….