jueves, 20 de septiembre de 2012

DÓNDE HA QUEDADO LA IMPARCIALIDAD DE LA JUSTICIA


Hoy por la mañana he visto un debate en la televisión pública. Dos personajes a favor de la custodia compartida sin acuerdo y una psicóloga que, en vano, trató de explicar las repercusiones en los niños de los cambios constantes de entorno y de los conflictos pero a quien no dejaron casi hablar. Ya me estoy acostumbrando a este tipo de debates en los que un platillo de la balanza toca el suelo.

Pues bien, analicemos los personajes del debate favorables a la custodia compartida “sí o sí y sean cuales sean las circunstancias”. Una de estas personas era una “palmera” (lo siento, pero me encanta esta palabra porque me parece de lo más gráfica); es decir, defendía de forma bastante virulenta los derechos de las asociaciones de papas, por supuesto centrándose en gran medida en el tema económico, que sabemos que tanto les preocupa. Todos maravillosos y en una situación de flagrante desigualdad, pero vamos, no esperaba un discurso distinto de esta señora ya que lo repiten hasta la saciedad. 
De las repercusiones negativas en el menor que tan tristemente conocemos, no se habló ni pizca.

Pero lo que me puso los pelos de punta: un miembro de la judicatura diciendo que la custodia compartida es viable desde los 2 ó 3 meses de vida del bebé porque, más o menos con estas palabras, para eso están los sacaleches y la leche materna se puede congelar. Así que, la madre que se dedique a sacarse la leche y a preparar tarros congelados para meterlos en el macuto del bebé y ale, ¡rotando, que es gerundio!

Al margen de la postura que se pueda tener en relación con la lactancia materna, cualquier psicólogo infantil con un mínimo de pudor y de ética profesional le explicaría a este señor unas cuantas cosillas sobre la formación de la psique de un bebé, tales como la teoría del apego, la angustia por separación, de la formación de vínculos, de la importancia que tiene para el bebé mantener el contacto con la figura de seguridad primaria y de lo primordial de un entorno estable si no queremos que ese bebé arrastre problemas psicológicos graves de por vida. 

A lo que voy y por lo que he contado todo esto: este señor, miembro de la judicatura, sale tranquilamente en la tele diciendo semejante barbaridad y no pasa nada, es decir, manifiesta una postura claramente parcial y tendenciosa sobre un tema de vital importancia y puede seguir ejerciendo como si nada. Cuando está claro que su ideología, que se encarga de difundir abiertamente en los medios de comunicación, no la deja aparcada en la puerta del juzgado a la hora de cumplir con su labor. Las madres y menores que caigan en su juzgado, van a salir sí o sí con una custodia compartida debajo del brazo; y dará igual la edad del menor o que se haya presentado una pila de pruebas para demostrar su inviabilidad en la práctica. Las madres con bebés, que se divorcien por la vía contenciosa y que caigan en ese juzgado, que se vayan comprando una bomba succionadora y esas bolsicas tan prácticas que venden para congelar la leche.

Pero jueces y juezas que muestran posturas radicales sin que les tiemble un músculo ni tenga la más mínima repercusión en sus carreras, tenemos unos cuántos y cuántas, dispersados por diversos seminarios, eventos y demás saraos postmachistas y codeándose con maltratadores como si tal cosa. Y al día siguiente, al juzgado a cumplir con un trabajo cuyas consecuencias van a ser graves y desastrosas, principalmente para los menores. Y ahí está lo más grave. 

Cuando yo estudiaba derecho, se nos repetía mucho aquello de la imparcialidad de la justicia, aunque hace ya tiempo que he comprendido que no puede ser más subjetiva porque al final los jueces no dejan de ser personas con opinión e ideología, dentro y fuera del juzgado.

La cuestión es: ¿deberían poder seguir ejerciendo miembros de la judicatura que se dedican a difundir sus postulados radicales en actos varios, manifestando de forma abierta un posicionamiento tan parcial? ¿o que muestran en público un desconocimiento tan tremendo sobre las necesidades psicológicas de un menor?

Porque esta mañana, según estaba escuchando al señor juez explicando que se puede congelar la leche materna, entre otras muchas barbaridades, me temblaban las piernas de pensar en los niños y niñas que vayan a caer en su juzgado.

Fdo. Lucía Abad
Asociación Custodia En Positivo