sábado, 24 de septiembre de 2011

Con la derecha siempre perdemos las mujeres

La senadora y secretaria de Igualdad de la FSA-PSOE censura la normativa «antiaborto» que prepara Cascos. Teme que haya una «involución»

LA VOZ DE ASTURIAS 24/09/2011 00:00 / PILAR CAMPO OVIEDO

Carmen Sanjurjo (Gijón, 1969) teme un retroceso en la política de igualdad con la llegada al Gobierno regional de Foro Asturias, especialmente tras el anuncio de la consejera Paloma Menéndez Prado de que el Ejecutivo prepara una ley de ayuda a las gestantes sin recursos. A punto de cumplir ocho años al frente de la Secretaría de Igualdad de la Federación Socialista Asturias (FSA), la número 2 de la candidatura socialista para el Senado el 20-N, pide medidas reales de apoyo a las mujeres porque advierte de que, con la primera medida avanzada por el gobierno de Cascos, se conciben como “meras gestantes”.

¿La ley anunciada es, para usted, un retroceso? El planteamiento del gobierno de Foro Asturias, sobre el que el PP ha anunciado ya su apoyo, va a aportar muy poco, prácticamente nada. Contrapone, en un debate falaz, el apoyo a la maternidad con la libertad individual del ejercicio de la maternidad de cada mujer y es contraproducente.

¿Es un guiño al Foro de la Familia y grupos provida? Sí. Es una ley ultra que da respuesta y eco a los planteamientos más reaccionarios de las organizaciones provida y al Foro de la Familia. Y no hay que olvidar algo que saben, a estas alturas, todos los asturianos como es la relación personal de amistad y apoyo empresarial de Cascos a Benigno Blanco, presidente de Foro de la Familia. Y creo que, además, es el titular de tres de sus empresas, por lo que existen vínculos muy evidentes entre ambos. Es una ley para dar satisfacción a los sectores más reaccionarios de la ultraderecha en España y cuando gobierna la derecha normalmente las primeras que perdemos derechos somos las mujeres.

¿Es una ley antiaborto? Estas organizaciones mal llamadas provida recogieron firmas para tratar de llevar a los parlamentos iniciativas legislativas como ésta como una contestación a la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Es una clara involución. En el tiempo que llevamos de aplicación de la ley del aborto en España, su número se ha reducido. Hicimos la ley para garantizar que aquellas mujeres que tuviesen que tomar esa dura decisión lo hiciesen en condiciones legales y sanitarias adecuadas y trabajar en la formación y prevención de los embarazos no deseados.

¿Es necesaria la ley que promueve Foro Asturias? El que la primera y única medida que plantea Foro Asturias para las mujeres asturianas sea hacer una ley de apoyo a las gestantes pone en evidencia cuáles son las prioridades de este gobierno y demuestra que la prioridad no es favorecer el acceso a las mujeres al empleo, ante las elevadas tasas de paro que hay, sino, por el contrario, poner en marcha una ley antiprogreso de las mujeres, a las que reduce a un papel de meras gestante.

¿Qué aportaciones hizo el PSOE en este terreno? Los gobiernos socialistas pusieron en marcha numerosas medidas como el salario social con una prestación específica por el número de hijos a su cargo, ayudas al alquiler de las viviendas, para comedores escolares, libros, y un programa específico que dejamos a punto de ponerse en marcha de apoyo a las mujeres gestantes y lactantes que se desarrollaba junto a Cruz Roja que consiste en unos apartamentos con espacios individuales para el uso de cada mujer con sus hijos que están situados en Roces (Gijón). También teníamos un programa en paralelo para la formación y reinserción laboral de estas mujeres para evitar la exclusión social. Es el programa de Inserción Laboral para Mujeres titulares de familias monoparentales (Ilma) que tiene la Fundación Mujeres que realiza una labor encomiable.

¿Peligra su continuidad? La consejera de Bienestar Social e Igualdad tendrá que aclarar si habrá continuidad de los programas de apoyo.Su comparecencia ha sido muy criticada por falta de concreción.Mis referencias es que fue pobre, vacía de contenido, sin hacer un plan global de actuación de la legislatura acerca de las políticas de igualdad que es lo que se espera de una comparecencia y en la que se menciona sólo una medida como ésta que deja de lado el dar respuesta a las necesidades de las mujeres asturianas.

¿Teme la desaparición del Instituto de la Mujer? Aún está sin nombrar la dirección del instituto, que es el organismo que ha funcionado en colaboración con la sociedad civil, impulsando políticas de igualdad que nos han hecho ser vanguardia en España y fuera de España. Al igual que el empleo en las mujeres no es prioridad para el Gobierno de Foro, las políticas de igualdad si no se impulsan permanentemente están en retroceso. No cabe pensar que las conquistas que hemos logrado las mujeres durante tantos años están afianzadas, hay que trabajarlas día a día.

¿Por qué no aprecia interés? Porque lo ha rebajado de nivel. En el anterior gobierno socialista, el instituto tenía rango de dirección general, dependiendo directamente de la Consejería de Presidencia y lo han hecho en un doble sentido: por un lado lo traslada a una jefatura de servicio, que es un nivel técnico y no político de la administración, y eso quiere decir que no tiene relevancia política, que es un mero departamento gestor, sin consistencia, ni criterio. Es absolutamente lamentable que lo haga depender de la dirección general de Políticas Sociales. Eso es no entender qué son las políticas de igualdad, cuando son políticas transversales que tienen que ser ejecutadas por todas las consejerías y direcciones generales del gobierno. Si no hay una persona con rango y nivel político dentro del gobierno con capacidad de interlocución con todas las áreas que tienen que ejecutar políticas de igualdad quedarán reducidas a menos de lo que han llegado a ser. Las políticas de igualdad no son asistenciales, sino estructurales.

¿Cuál es su margen de actuación? La denuncia política de esta falta de compromiso, de este error de concepto. Cuando se reúna el Consejo Asturiano de la Mujer las organizaciones dirán lo que piensan.